Num | Español (NA) |
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| Se diferencian de sus parientes las
carpas por tener aletas caudales
más largas y grandes bocas.
Son grandes saltadores, lo que les
permite alimentarse de insectos
que pululan sobre el agua.
Se les considera muy activos y de
mal carácter, por lo que son unos
auténticos supervivientes.
Durante la época de apareamiento,
el vientre del macho se vuelve rosa
y el lomo azul. |
| Los carpines son fáciles de atrapar
para los pescadores novatos, pero
también gustan a los veteranos.
Están emparentados con los koi y
pueden llegar a los veinte años, por
lo que son perfectos para acuarios.
Machos nacen muy pocos, por lo
que las hembras son dominantes
y esto repercute en las poblaciones.
Por suerte, las hembras son
compatibles con machos de otras
especies para mitigar el problema. |
| Los leuciscos viven en aguas más
turbias de lo normal, pero al haber
muchos son fáciles de detectar.
Son parientes de las carpas, aunque
a diferencia de ellas pueden vivir
tanto en agua salada como dulce.
Una franja de color naranja sale
en el vientre de los machos cuando
están listos para el apareamiento. |
| Hay más distancia entre
los ojos y la boca en los
barbos que en las carpas.
Casi parece que miran con la
cabeza gacha, como si estuvieran
avergonzados de algo.
Otra diferencia es la longitud de
los bigotes, algo mayor en el caso
de las carpas.
Los barbos tienen muchas espinas,
pero son totalmente comestibles y
tienen un sabor similar a la platija. |
| La longevidad de estos peces
es extraordinaria y pueden
vivir hasta cien años.
Las carpas son fáciles de distinguir
por sus bigotes, una de sus señas
de identidad.
Son omnívoras y se alimentan de
insectos y plantas acuáticas que
succionan con la boca.
También tienen unas bacterias en la
garganta que las ayudan a abrir el
marisco para después digerirlo. |
| Aunque suelen ser de colores
apagados, estos peces de acuario
pueden tener dibujos muy bonitos.
La cría selectiva de especímenes
con mutaciones genéticas ha dado
lugar a una variedad impresionante.
No hay dos peces koi con los
mismos dibujos, de ahí que sean
conocidos como "joyas vivientes".
Algunos alcanzan un gran valor
en el mercado según sus dibujos
y colores.
Como pueden vivir hasta cien años
con los cuidados necesarios, son
perfectos para poblar estanques. |
| Estos peces de acuario proceden
de la cría selectiva de distintas
variedades de carpín.
Llevó siglos conseguir el color y
la larga aleta caudal que esta
especie exhibe en la actualidad.
Los peces dorados son de color
negro en la juventud y presentan
otros vestigios del carpín.
A medida que crecen se vuelven
de color rojo, sin duda mucho
más característico. |
| Los ojos saltones que dan nombre
a este pez y por los que es conocido
son un verdadero inconveniente.
Su visión es tan mala que a menudo
pasa de largo de la comida y se
va chocando por todas partes.
Es una especie de pez dorado y
desarrolla los ojos más o menos
a los dos meses de vida. |
| Los killi son unos peces de agua
dulce bastante pequeños que se
juntan en bancos para desplazarse.
Se les encuentra en zonas poco
profundas y se alimentan de los
insectos que hay en la superficie.
Por esa razón tienen la boca a la
altura de los ojos, característica
que los hace buenos cazadores.
Como están a la misma temperatura
que el agua que los rodea, pueden
asustarse al mínimo cambio. |
| Estos bogavantes en miniatura
viven en sitios tan comunes
como arroyos y estanques.
Esto se debe a que son muy
numerosos y capaces de comer
prácticamente cualquier cosa.
Curiosamente, el caparazón
cambia de color según sus
hábitos alimenticios.
El azul indica que se alimentan de
peces y el rojo que prefieren las
plantas, mucho más adecuadas. |
| Estas parientes de las tortugas
comunes son obstinadas y no
sueltan una vez que han mordido.
Sin embargo, esto no quiere decir
que sean temerarias, sino más bien
todo lo contrario.
Suelen estar en el agua, en parte
porque su caparazón plano las
hace grandes nadadoras.
Siempre que nadan mantienen
el morro en la superficie
para poder respirar.
Es mejor no intentar agarrarlas
porque suelen morder a la
primera de cambio.
En el caso de que eso suceda,
hay que ponerlas de nuevo en el
agua para que sigan su camino. |
| Los renacuajos son básicamente
las larvas de las ranas y suelen
estar en charcos y arroyos.
Tienen un aspecto muy particular
que los distingue claramente de
las ranas en estado adulto.
Al principio son solo cabeza y cola,
pero con el tiempo desarrollan las
patas y van perdiendo la cola.
Hay que tratarlos con cuidado
porque, al no tener escamas,
resultan muy delicados. |
| Las ranas muestran preferencia
por los estanques, los pantanos y
en general los sitios con humedad.
Son terrestres, así que presentan
piel y pulmones en vez de branquias
a los lados del cuello.
Los renacuajos sí tienen branquias,
pero las pierden cuando llegan a la
fase adulta.
Casi siempre están húmedas,
porque de lo contrario tendrían
problemas para respirar.
Algunas especies tienen la piel
venenosa, por lo que ante la duda
lo mejor es no tocarlas. |
| Estos peces de agua dulce cortos
y achaparrados desgarran a sus
presas con sus afilados dientes.
Los gobios excavan debajo de las
rocas para dejar sus huevos, y los
machos se encargan de vigilarlos.
Algunos son un poco vagos y dejan
sus huevos en un nido ajeno para
no tener que ocuparse de ellos. |
| Las lochas son peces de pequeño
tamaño que viven en ríos y aguas
fangosas.
Tienen diez bigotes alrededor de la
boca con papilas que les permiten
distinguir entre dulce y amargo.
Las lochas se distinguen por
respirar tanto a través de las
branquias como de los intestinos.
Inhalan al sacar la boca fuera
del agua y exhalan por la parte
cercana a la cola.
Hay quien dice que un buen guiso
de locha con huevo es perfecto
para recuperar energías. |
| Los siluros o peces gato son
famosos por tener largos bigotes
y bocas muy grandes.
También tienen ojos grandes
pero no buena vista, por lo que
son de hábitos nocturnos.
Algunos de ellos presentan unas
líneas verticales en las que se
advierte una serie de orificios.
Estos orificios les sirven para
detectar las corrientes eléctricas
que generan otros peces y cazarlos.
Aunque no lo parezcan por su
comportamiento habitual, son
carnívoros y muy voraces. |
| Las anguilas nacen en el mar y
nadan corriente arriba por los
ríos cuando se hacen adultas.
Curiosamente, emprenden la vuelta
al mar cuando da comienzo la
época de desove.
Tienen veneno en la sangre,
de ahí que no se puedan comer
crudas en formato sashimi.
No obstante, se pueden consumir
sin problemas una vez cocinadas
y son un plato muy popular.
Los lugares escogidos por las
anguilas para dejar sus huevos
eran un misterio hasta hace poco.
Cada vez se sabe más sobre sus
costumbres debido a que son un
tema recurrente de investigación. |
| Como se puede intuir, estos peces
se llaman así por tener una cabeza
parecida a la de una serpiente.
El parecido no acaba ahí, puesto
que sus escamas también recuerdan
mucho a la de dichos reptiles.
Cuentan con dientes muy afilados,
así que lo más seguro es no
ponerles ni un dedo encima.
Tanto el macho como la hembra
son conocidos por defender sus
huevos y alevines con ferocidad.
No dudarán en agitar sus colas
como locos para ahuyentar a todo
el que se acerque a ellos. |
| Estos peces cuentan con púas en
las aletas dorsales para protegerse
de depredadores y otras amenazas.
La tasa de supervivencia de sus
alevines está muy por encima
de la de otras especies.
Esto se debe a que los machos
los protegen junto a los huevos
cuando están en el nido.
También cuenta que suelen elegir
lugares con muchas plantas entre
las que esconderse. |
| Esta perca se distingue de otras
por el color amarillo claro que
se aprecia en sus escamas.
También tienen rayas grises
y un par de aletas dorsales
provistas de púas.
Se suelen pescar en los lagos
helados que hay en Canadá
y Estados Unidos.
La perca amarilla frita no es un
plato sofisticado, pero sí muy
popular y sabroso. |
| El color verde que cubre las
escamas de las percas suele
confundirse con negro.
Se esconden entre las plantas
y permanecen a la espera de las
presas para atacar con rapidez.
Son peces bastante difíciles de
pescar, por lo que normalmente
se deben emplear señuelos.
Los machos harán lo que sea
necesario con tal de ahuyentar a
las amenazas y proteger a sus crías.
Se trata de una especie muy
adaptable que se encuentra en
ríos, estanques y hasta pantanos.
Son perfectamente comestibles
y de hecho son muy sabrosas si
uno es capaz de aguantar el olor. |
| Los lucios son peces de agua
dulce que solo se encuentran
en lugares fríos.
Algunos superan el metro y medio
de longitud y son muy codiciados
en la pesca con caña.
Tienen una boca grande y dientes
muy afilados que los hacen unos
depredadores de categoría.
En su dieta hay sitio para peces,
aves y otros animales acuáticos,
así que mucho cuidadito. |
| Los eperlanos son peces pequeños
y vigorosos capaces de sobrevivir
en aguas de baja calidad.
Eso sí, hay que tener en cuenta que
solo viven uno o dos años incluso
en las mejores condiciones.
Están emparentados con el salmón,
pez con el que comparten sus
hábitos migratorios.
Casi todos nadan del río al mar
y al revés cuando toca emprender
el camino de vuelta.
Los que viven en lagos no tienen
ese problema y están siempre
en el mismo sitio.
La pesca del eperlano en lagos
helados es un pasatiempo muy
extendido en todo el mundo.
Debido a su tamaño, son perfectos
para prepararlos rebozados o a la
parrilla. |
| El ayu es un pez migratorio que
nace río arriba, viaja al mar y
vuelve al río para desovar.
No es de extrañar que esté
emparentado con el salmón,
muy conocido por este hábito.
Estos peces se alimentan del musgo
que crece en las rocas, lo que les da
un olor muy característico.
Son muy territoriales y no dudan
en atacar a otros de su misma
especie a la mínima invasión.
Los pescadores se aprovechan
de su naturaleza combativa al usar
señuelos muy parecidos a los ayus. |
| Las motas que cubren al salmón
japonés le sirven para camuflarse
y se ven también en otros salmones.
La mayoría de ellos permanece
toda la vida en el río, pero algunos
deciden migrar al mar.
Los ejemplares normales alcanzan
el medio metro de longitud y los
dos kilos y medio de peso.
Sus bonitas escamas y su buen
equilibrio corporal los hacen muy
atractivos para la pesca con caña.
Además, el hecho de que tengan
un carácter esquivo hace que sea
mucho más desafiante. |
| Las truchas son peces de río
emparentados con los salmones,
pero no son migratorias.
Prefieren las aguas bien frías,
por eso se encuentran sobre todo
en zonas montañosas.
Suelen esconderse entre las rocas,
por lo que a menudo resultan muy
difíciles de detectar. |
| Cuando las truchas arcoíris crecen,
desarrollan una bonita franja rosa
desde las branquias hasta la cola.
Se adaptan tan bien al entorno
que pueden vivir tanto en los
ríos como en el mar.
Algunas son migratorias y
cambian el mar por el río
en la época de desove.
Por desgracia, el que antaño era
un pez muy común tiene ahora
una presencia muy reducida. |
| Los taimenes viven en aguas frías,
pueden alcanzar los dos metros y
pesar más de veinte kilos.
Viven hasta veinte años, pero se
desarrollan despacio y necesitan
quince para llegar a la madurez.
En general son muy difíciles de
encontrar, pero todavía más si
están en la fase adulta. |
| Los salmones son sin ninguna
duda los peces migratorios por
antonomasia.
Nacen en los ríos, se desplazan
hasta el mar y vuelven corriente
arriba al cabo de cuatro años.
Aunque no es lo normal, algunos
salmones se van durante solo dos
años en lugar de cuatro.
Precisamente estos tienen un
sabor muy característico y
apreciado.
El color rosado del salmón es
la consecuencia de una dieta
rica en gambas y similares.
Si comieran otra cosa serían
de color blanco como muchos
otros pescados. |
| Un salmón real puede alcanzar el
doble de tamaño que un salmón
normal, de ahí su nombre.
Es la especie de salmón más grande
que existe y también es conocida
como "salmón chinuc".
En algunos lugares vuelven al río en
primavera y verano, aunque algunos
prefieren esperar hasta otoño.
A veces tienen la carne blanca
y no rosada, como suele ser
normal en los salmones. |
| A pesar de su nombre, esta especie
no se encuentra solo en Asia, sino
también en Europa y América.
Su sabor es bien conocido en todo
el mundo debido a su presencia en
muchos platos de origen chino.
Su ciclo de vida es completamente
opuesto al de los salmones y de
hecho nacen en el mar.
Cuando se hacen adultos pueblan
los ríos y regresan al mar en la
época de desove.
Su rasgo más distintivo es el pelo
que recubre sus pinzas como si
estuvieran provistas de guantes. |
| Los gupis son unos peces tropicales
emparentados con los killi que viven
en ríos de aguas cálidas.
Se les ha criado para que tengan
colas muy vistosas y así den color
a los acuarios de medio mundo.
Las madres llevan los huevos en su
interior hasta que eclosionan, por
lo que son animales ovovivíparos.
Se reproducen varias veces al año,
por lo que no tienen problemas
para mantener la población. |
| El nombre científico de estos peces
que viven en aguas dulces y cálidas
es "Garra rufa".
Son omnívoros y se alimentan
tanto de algas como de la piel
muerta de otros peces.
Basta con meter la mano en una
pecera para que estos pececillos
se encarguen de exfoliarla.
Como no tienen dientes, este
proceso llamado "ictioterapia"
no resulta en absoluto doloroso. |
| Este precioso pez tropical utiliza
sus grandes aletas para moverse
por el agua con gracilidad.
El macho y la hembra se parecen
tanto que resultan muy difíciles
de distinguir a simple vista.
Ponen los huevos en plantas
acuáticas y los dos padres se
reparten la tarea de vigilarlos.
Los alevines pueden pasar por
cualquier otro pez hasta que
desarrollan las aletas. |
| Estos peces reciben su nombre
de la bonita línea azul brillante
que lucen en las escamas.
Aunque nadie lo diría por su
docilidad, son parientes de
las tan temidas pirañas.
Hay que fijarse en sus dientes
finos y afilados para encontrar
algún parecido.
Son muy sensibles a los cambios
de temperatura y limpieza del agua
en la que viven. |
| La reputación de animales
feroces les viene de lo afilados
que tienen los dientes.
En realidad son bastante tímidas,
pero eso no quita que también
sean muy peligrosas.
No dudan en devorarse unas a
otras ante la imposibilidad de
encontrar alimento.
Pese a lo que comúnmente se cree
no son exclusivamente carnívoras,
sino omnívoras. |
| Los arowanas son peces muy
antiguos que llevan sin evolucionar
unos cien millones de años.
Se les conoce por tener unas
escamas muy grandes y un único
bigote en el labio inferior.
Son muy ágiles y pueden saltar
alrededor de un metro y medio
por encima de la superficie.
Los machos guardan a las crías
en la boca y las dejan salir cuando
tienen el tamaño suficiente. |
| Por supuesto, estos peces son de
color dorado y además tienen unas
motas negras muy vistosas.
Parecen salmones, pero están
emparentados con la piraña, tienen
dientes afilados y son carnívoros.
Los demás peces suelen huir
despavoridos al verlos por el
temor a ser devorados.
Son tan fuertes y feroces que
se consideran todo un trofeo
en la pesca con caña. |
| Con esas cabezas tan largas y todos
esos dientes parecen caimanes, y de
hecho prácticamente lo son.
Estos peces llevan millones de años
sin evolucionar y pueden superar los
dos metros y medio de longitud.
Respiran por las branquias, pero
también sacan el morro fuera de
la superficie con el mismo fin.
Los huevos que ponen son
venenosos, así que lo mejor
es no intentar comerlos. |
| Con una longitud que puede superar
los tres metros, son de los peces de
agua dulce más grandes que existen.
Llevan entre nosotros unos cien
millones de años, por lo que son
una especie muy antigua.
Respiran mediante branquias y una
vejiga natatoria, para lo cual tienen
que sacar la boca fuera del agua.
Están provistos de lenguas muy
fuertes y con hueso que les ayudan
a devorar peces más pequeños. |
| Estos peces tan curiosos son muy
antiguos y cuentan con aletas
puntiagudas en el lomo.
Apenas han cambiado en los
cuatrocientos millones de años
que llevan en el planeta.
Tienen un apetito voraz y se
lanzarán a por cualquier pez
que les quepa en la boca.
Pueden alcanzar los ochenta
centímetros, por lo que además
de antiguos son bastante grandes.
Más que nadar andan sobre sus
aletas, cosa que en cierto modo
recuerda a los dinosaurios. |
| Las mariposas marinas se dejan
llevar por la corriente en las
aguas invernales.
Se las puede ver moviendo los
brazos como si fueran alas y
rodeadas de témpanos de hielo.
Cuando quieren atrapar a una
presa primero tienen que
abrir la cabeza.
En su interior tienen seis tentáculos
que se denominan "aparato bucal",
como en los insectos.
El único lugar en el que coexisten
mariposas marinas tropicales y de
aguas frías es este juego. |
| Los caballitos de mar o hipocampos
no parecen peces, pero en realidad
sí lo son.
Emplean sus aletas dorsales para
moverse, pero a decir verdad no
son muy buenos nadadores.
Por norma general, se agarran a las
plantas acuáticas con las aletas
de la cola para no ser arrastrados.
Una vez en esta posición se
alimentan de plancton y pequeños
crustáceos que pasen por allí.
La hembra pone los huevos en la
bolsa del macho, que es de donde
nacen las crías. |
| Los peces payaso viven entre los
tentáculos de las anémonas, sitio
vedado a otras especies.
En teoría es muy peligroso, pero
desarrollan una capa especial que
los hace inmunes al veneno.
A cambio de protección, los peces
payaso libran a la anémona de
los parásitos que pueda tener.
Un dato curioso es que estos peces
nacen siempre machos y pasan a ser
hembras según la necesidad. |
| Azules, con rayas negras y con colas
amarillas de forma triangular, estos
peces tropicales son pura elegancia.
No son temperamentales, sino más
bien tranquilos, solitarios y poco
dados a meterse en conflictos.
Para protegerse mientras duermen
suelen esconderse entre las rocas y
los corales.
Ante las amenazas su estrategia
consiste en colocarse de lado y
hacerse el muerto. |
| Los peces mariposa son tan bonitos
que no son difíciles de encontrar en
acuarios domésticos.
Se desplazan por las aguas de los
mares cálidos agitando sus cuerpos
como si fueran alas de mariposa.
A pesar de tener bocas estrechas,
se alimentan de cosas como coral
y hasta de anémonas venenosas.
Una vez emparejados, los peces
mariposa pueden estar juntos la
friolera de diez años.
Casi siempre van unidos, lo que
los convierte en una de las especies
más románticas que existen. |
| Aunque "peces napoleón" es su
nombre más común, también son
conocidos como "maoríes".
Su rasgo más distintivo es
el bulto que exhiben justo
encima de la cabeza.
Todos nacen hembras, pero
algunos se convierten en machos
cuando alcanzan cierta edad.
Los machos son más grandes y
de un azul más intenso, así que
son fáciles de identificar.
Nadan con gracilidad, y eso que
pueden superar los dos metros de
longitud y los 200 kilos de peso.
Son todo un espectáculo, por
eso encontrarlos es el objetivo
de muchos buceadores. |
| Las aletas del pez león lo convierten
en uno de los peces más vistosos
que surcan los mares.
No obstante, al lado de ellas
tienen unas púas cargadas
con un veneno muy potente.
Además de para defenderse,
las usan para luchar y decidir
quién es el macho dominante.
El perdedor muere al cabo de unos
días por el veneno, así que son
peleas a vida o muerte. |
| El pez globo está considerado una
exquisitez pese a contar con un
veneno extremadamente potente.
No obstante, cuando nacen no son
venenosos, así que se pueden comer
más o menos con seguridad.
Adquieren esta propiedad tras
ingerir una gran cantidad de
microbios del agua y la comida.
Cuando se sienten amenazados,
se llenan de aire y agua hasta
que se hinchan como un globo.
De esta manera son demasiado
grandes como para comérselos
sin morder las púas venenosas. |
| Como se puede imaginar, el pez
erizo está cubierto de púas, pero
no es venenoso como el pez globo.
Hay quien dice que tienen más de
mil púas, pero en realidad tienen
entre 300 y 400.
Su mecanismo de defensa consiste
en inflarse de agua y aire para
intimidar a sus enemigos. |
| El buen sabor del jurel lo ha
convertido en uno de los peces
más populares.
Aunque suelen ser baratos, hay
lugares en los que se consideran
un auténtico manjar.
Están provistos de escamas muy
resistentes a ambos lados que hay
que retirar antes de cocinar.
Son pequeños, pero cazan con
ferocidad. Su instinto depredador
hace que sean presas fáciles. |
| La dorada japonesa se hace notar
gracias a las siete rayas negras que
adornan su cuerpo blanco.
Se trata de un pez muy buscado en
la pesca con caña, pero es fuerte y
nada sencillo de atrapar.
Tiene unos dientes que le permiten
alimentarse hasta de los animales
con los caparazones más duros.
Los erizos de mar y los moluscos
se tienen que andar con ojo si no
quieren acabar en sus fauces. |
| La lubina es uno de los peces más
apreciados por el excelente sabor
de su carne blanca.
Cuando muerden algo que no es
comestible, abren la boca y las
branquias y agitan la cabeza.
Así se deshacen de elementos
extraños, aunque el efecto sea
un tanto peculiar.
Al ser peces muy vigorosos,
son un trofeo muy valioso en
la pesca con caña. |
| De escamas rojizas y excelente
sabor, el pargo rojo es uno de
los peces más apreciados.
Cuando hay escasez de la
especie, se suelen sustituir
por otros en los mercados.
Son peces muy resistentes
y longevos que pueden vivir
fácilmente cincuenta años. |
| Los gallos suelen tener los dos ojos
en el mismo lado del cuerpo, aunque
hay algunas excepciones.
En todo caso, al nacer los tienen
dispuestos a ambos lados como
cualquier otro pez.
A medida que crecen, el ojo
izquierdo se desplaza hasta
llegar al lado derecho.
Se entierran en la arena con los
ojos por fuera para escapar de
las amenazas y vigilar el entorno.
Tienen la boca estrecha y dientes
algo torpes, por lo que se alimentan
de presas muy pequeñas. |
| El rodaballo es un pez blanco muy
flexible con los dos ojos situados
en el lado izquierdo del cuerpo.
Puede alcanzar el metro de longitud
y se parece un poco al gallo, de ahí
que en ocasiones se confundan.
Al igual que este, nace con un ojo
a cada lado y el del derecho se pasa
al izquierdo a medida que crece.
Como es muy plano, se suele
colocar encima de la arena para
camuflarse ante los depredadores. |
| Se dice que los calamares tienen
patas, pero en realidad son brazos
con los que agarran a sus presas.
Además de las aletas, para nadar
mejor expulsan agua en lo que se
denomina "propulsión a chorro".
La tinta que liberan cuando se
sienten amenazados toma la forma
del calamar como si fuera un doble. |
| Es habitual encontrarse a las
morenas sacando la cabeza
entre dos rocas.
Cuando detectan una presa, salen
a toda velocidad para agarrarla
con sus fuertes mandíbulas.
Las morenas no sueltan una vez
han mordido, así que hay que ir
con mucho ojo si están cerca.
Por si esto fuera poco, algunas
especies están recubiertas de
una sustancia tóxica. |
| La cabeza de estas anguilas es
tan particular que parece que les
crezcan flores en el morro.
Son de un bonito color azul
eléctrico, además de largas
y extremadamente finas.
Nacen sin sexo, después pasan a ser
machos y finalmente son hembras
cuando alcanzan la madurez.
Se esconden en la arena y de vez
en cuando se asoman con la boca
abierta y un gesto agresivo.
Sin embargo, son animales muy
pacíficos y si hacen eso es porque
necesitan respirar. |
| El pez balón vive en el fondo del
mar rodeado de la más absoluta
oscuridad.
En la cabeza tiene una linterna que
mueve hacia delante y hacia atrás
cual caña para atraer a sus presas.
Cuando se acercan, el pez balón
dispara un líquido luminiscente que
las ciega y las deja vulnerables.
Las hembras alcanzan los sesenta
centímetros y son las únicas que
están provistas de linterna.
Los machos, en cambio, apenas
miden unos pocos centímetros
y no son tan buenos cazadores. |
| Los atunes pueden llegar a medir
tres metros y pesar 350 kilos,
algo impresionante para un pez.
Si además tenemos en cuenta su
buen sabor, no es de extrañar que
sea de los más buscados.
No pueden respirar a menos que
estén en movimiento, por eso tienen
que ir siempre de un lado para otro.
Para dormir les basta con bajar la
velocidad, una habilidad tan curiosa
como útil para la supervivencia.
Por si fuera poco, son capaces de
batir las aletas con mucha fuerza
hasta alcanzar los 80 km/h. |
| Se suele decir que los peces
espada atraviesan a sus presas
con el morro, pero no es cierto.
Más bien lo utilizan para darles
golpes y así conseguir que sean
más fáciles de cazar.
Son capaces de nadar a 100 km/h,
todo un reto para los pescadores
más experimentados. |
| El jurel gigante es un pez grande
que puede poner en apuros hasta
al pescador más avezado.
Recubierto de escamas plateadas,
el ejemplar más grande hallado pesa
ochenta kilos y mide 1,70 metros.
Estos peces no toleran nada bien
el frío, por lo que solo habitan en
las aguas del hemisferio sur.
Lo mejor que se puede hacer es no
acercar un dedo a sus mandíbulas
bajo ningún concepto. |
| Las rayas mueven sus aletas arriba
y abajo con tanta elegancia que
casi parecen volar bajo el agua.
Al verlas desde abajo, da la
impresión de que tienen una
sonrisa dibujada en la boca.
Algunas especies tienen un aguijón
en la base de la cola que suministra
un veneno mortífero.
Además son capaces de esconderse
bajo la arena, por lo que resultan
extremadamente peligrosas. |
| Los peces luna son una variedad
de peces globo que puede alcanzar
las dos toneladas de peso.
Una de las peculiaridades de su
anatomía es la falta de una aleta
que les ayude a desplazarse.
Pueden poner hasta 300 millones
de huevos, más que cualquier otro
animal vertebrado.
No obstante, de esos 300 millones
solo sobreviven uno o dos, así que
la pérdida es más que considerable.
Los peces luna a veces se asoman
a la superficie y se quedan en ella
como si tomaran el sol.
Debido a su tamaño tienen pocos
depredadores, entre ellos tiburones,
orcas y leones marinos. |
| El pez martillo es un tiburón
con la cabeza en forma de
martillo, de ahí su nombre.
Pese a su naturaleza de tiburón
son bastante tranquilos, por
increíble que parezca.
Tienen los ojos en los extremos
del "martillo", por lo que pueden
ver en casi todas las direcciones.
Curiosamente, tienen las fosas
nasales situadas muy cerca de
los ojos.
También presentan unos orificios
en las partes delantera e inferior
de la cabeza.
Les sirven para detectar a otros
animales, aunque estén escondidos
o fuera del campo de visión.
Se alimentan de todo tipo de peces,
pero las rayas son sus favoritos
con diferencia. ¡A por ellas! |
| Se cree que los dientes de los
tiburones evolucionaron en el
pasado a partir de escamas.
Cuando pierden uno lo sustituyen
rápidamente, así están siempre
listos para la caza.
Los tiburones son superpredadores,
lo cual quiere decir que están en la
cima de la cadena alimenticia.
Además de ser temibles bajo
el agua, algunos son capaces de
saltar por encima de ella.
El esqueleto de los tiburones está
hecho de cartílago, por lo que es
más flexible que nuestros huesos. |
| El nombre del pez sierra procede
de la forma de su cabeza, delgada,
larga y con dientes alrededor.
Tienen sensores debajo de la boca
con los que detectan a las presas
al estar en contacto con el fondo.
A veces agitan la "sierra" en medio
de bancos de peces y se alimentan
de todos los que han golpeado. |
| El tiburón ballena es el pez más
grande del mundo, pero también
uno de los más tranquilos y tímidos.
Nadan a unos 5 km/h, por lo que son
bastante lentos, y pese a su tamaño
distan de ser una amenaza.
Cuando abren la boca atrapan el
plancton y los demás organismos
diminutos de los que se alimentan.
De hecho, más que dientes tienen
unas 10 000 barbas dispuestas en
filas que actúan como filtros. |
| Los peces remo viven en el fondo
del mar y tienen una fina aleta roja
que recorre sus cuerpos plateados.
Pueden alcanzar los diez metros,
por lo que son indudablemente
grandes y muy llamativos.
Para nadar suelen agitar el cuerpo,
aunque también son capaces de
desplazarse en posición vertical.
Tienen la boca pequeña en relación
al cuerpo y carecen de dientes, por
lo que son bastante inofensivos.
Las aletas rojas de los peces remo
son parecidas al pelo y los hacen
fáciles de confundir con sirenas. |
| Los celacantos son unos peces
muy antiguos que se creían extintos
hasta que aparecieron en Sudáfrica.
Son unos auténticos fósiles
vivientes que han cambiado muy
poco en 400 millones de años.
Pueden vivir hasta sesenta años
y medir casi dos metros, pero
tienen el cerebro muy pequeño.
Poseen más aletas que un pez
normal y escamas más duras
que los hacen muy resistentes.
Además de tener muy mal sabor,
en sus cuerpos hay una grasa que
no puede digerir el ser humano.
En otras palabras, lo peor que
se puede hacer con ellos es
intentar comérselos. |
| Los celacantos son unos peces
muy antiguos que se creían extintos
hasta que aparecieron en Sudáfrica.
Son unos auténticos fósiles
vivientes que han cambiado muy
poco en 400 millones de años.
Pueden vivir hasta sesenta años
y medir casi dos metros, pero
tienen el cerebro muy pequeño.
Poseen más aletas que un pez
normal y escamas más duras
que los hacen muy resistentes.
Además de tener muy mal sabor,
en sus cuerpos hay una grasa que
no puede digerir el ser humano.
En otras palabras, lo peor que
se puede hacer con ellos es
intentar comérselos. |