| Num | Español (NA) |
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| Las uvas de mar son unos frutos
que crecen de unos tallos muy
finos y alargados.
Aunque no tienen nada que ver con
las uvas normales, se las llama así
porque forman racimos.
Se encuentran en lugares cálidos
y no aguantan bien el frío, de ahí
que sean difíciles de conservar. |
| Los erizos de mar son parientes
cercanos de las estrellas y los
pepinos de mar.
No lo sabe mucha gente, pero se
desplazan gracias a unos pies más
largos que sus púas.
Están dotados de bocas con las
que se alimentan de algas en el
fondo oceánico.
Aunque tienen un gran valor
nutritivo, no hay que abusar de
ellos por su alto contenido en grasa. |
| Se adhieren a superficies duras.
Parecen almejas, pero tienen
más en común con las gambas.
Algunas especies son comestibles
y tienen sabor a cangrejo, por lo
que son muy apreciadas.
Las bellotas de mar jóvenes no
tienen caparazón, nacen de huevos
y flotan como camarones.
Poco a poco van desarrollando
el caparazón y adquieren el aspecto
adulto que conocemos. |
| Las ostras tienen un gran contenido
en calcio y nutrientes. Por eso son
conocidas como "la leche del mar".
Estos moluscos nacen de huevos,
se adhieren a superficies duras y
ahí comienzan a crecer.
Pueden cambiar de sexo, lo que
les permite reproducirse sea cual
sea el del compañero. |
| Al igual que las conchas marinas con
forma de espiral, tienen una especie
de tapa en la entrada.
Para desplazarse quitan la tapa
y se mueven de forma similar
a los caracoles.
Son principalmente de hábitos
nocturnos y se alimentan de algas.
Se cocinan con caparazón. |
| Los abulones solo crecen dos
centímetros al año, así que tardan
mucho en alcanzar un buen tamaño.
Son parientes de las orejas marinas
y se llevan usando en celebraciones
y ofrendas desde tiempos remotos. |
| Se parecen mucho a los abulones
porque están emparentados, pero
se mueven como los caracoles.
Su hábitat es muy amplio y se
desplazan por el océano gracias
a unos pequeños tentáculos. |
| Estos bivalvos viven en aguas poco
profundas y se esconden en la arena
cuando detectan a un depredador.
Expulsan un líquido viscoso y dejan
que los arrastre la corriente para
cubrir grandes distancias.
Se pueden asar con caparazón
o añadirlos a sopas, guisos de
pescado y paellas. |
| Las ostras utilizan determinadas
proteínas para envolver sustancias
externas y así producir perlas.
Tienen numerosos pies que salen
de la apertura de su caparazón y
que emplean para desplazarse.
Gracias a ellos se adhieren a las
rocas cercanas con una fuerza
asombrosa.
Sus músculos aductores son
comestibles y están considerados
una exquisitez. |
| Las vieiras habitan en el fondo
del mar. Abren y cierran las
valvas para propulsarse.
Los puntos negros que se advierten
entre ambas partes del caparazón
son en realidad sus ojos.
Tienen más de ochenta, pero les
sirven más para detectar luz que
movimiento.
Se consumen en todo el mundo,
principalmente a la plancha con
mantequilla. |
| Las anémonas se encuentran en
el fondo del mar, donde se adhieren
tanto a las rocas como al coral.
Utilizan sus tentáculos venenosos
para paralizar a los peces y las
gambas antes de devorarlos.
Curiosamente, existe una especie
que es inmune al veneno de las
anémonas: el pez payaso.
Los peces payaso anidan entre
los tentáculos y así llenan de
color el fondo de los mares. |
| Estas criaturas con forma de
estrella tienen cientos de pies
diminutos en los brazos.
Con ellos se desplazan y abren
moluscos para conseguir alimento.
Son depredadores.
Si una estrella de mar pierde un
brazo, tarde o temprano le vuelve
a crecer.
Algunas estrellas de mar sacan el
estómago fuera del cuerpo para
atrapar y digerir a sus presas. |
| Los pepinos de mar se parecen a
los erizos y las estrellas, pero son
mucho más blandos y delgados.
Cuando detectan un depredador,
expulsan parte de sus vísceras
como mecanismo de defensa.
De este modo, el atacante
queda confundido o enredado
mientras el pepino huye.
Algunas especies dejan que los
depredadores se coman los órganos
mientras salen despavoridas.
No pasa nada, porque los órganos
del pepino de mar se acaban
regenerando. |
| Aunque no tienen caparazón, las
babosas marinas pertenecen
a la familia de los moluscos.
Son toda una atracción para
los submarinistas debido a su
variedad de formas y colores.
Son hermafroditas, por lo que
pueden reproducirse sea cual
sea el sexo del compañero. |
| Los gusanos políclados son planos
y, pese a su aspecto, poco tienen
que ver con las babosas marinas.
Algunas especies producen
el mismo tipo de veneno que ha
dado tan mala fama al pez globo.
Son hermafroditas y se pelean para
decidir quién lleva los huevos, que
en este caso es el perdedor. |
| Tienen patas muy largas con forma
de hoz y caparazones que les cubren
el cuerpo y la cola.
Golpean a las presas con unas
pinzas capaces de abrir hasta
el caparazón más resistente.
Son un manjar para los amantes del
marisco, especialmente las hembras
que portan huevos. |
| También llamado "camarón nórdico",
vive unos diez años, y durante los
primeros cinco siempre es macho.
A partir de ese momento, todos
cambian de sexo y se convierten en
hembras, rasgo de esta especie.
Las hembras se usan para hacer
sashimi, pero en principio no tienen
su característico sabor dulzón.
Para conseguirlo, primero hay que
tener paciencia y dejarlas reposar
durante un día entero. |
| Los langostinos tigre reciben ese
nombre por las rayas que presentan
a lo largo del lomo.
Viven en zonas poco profundas y
salen a cazar de noche. De día
permanecen escondidos en la arena.
A diferencia de otras especies de
crustáceos, no llevan las huevas
acopladas al abdomen.
Son conocidos por su buen sabor
y se comen a la plancha, en sushi
o en cócteles de marisco.
Procedente de Asia, es una de
las especies de langostino más
consumidas en todo el mundo. |
| Estas langostas se distinguen de
las demás por sus largas antenas,
pero ese no es su único rasgo.
Llama la atención que no tengan
las grandes pinzas que sí presentan
otras langostas.
Suelen vivir entre las rocas en
aguas poco profundas y los pulpos
son sus principales depredadores.
Los pulpos son los únicos capaces
de sacarlas de su escondrijo gracias
a sus largos tentáculos. |
| Aunque recuerdan a las langostas,
los parientes más cercanos de los
bogavantes son las cigalas.
Están considerados un manjar
y se suelen servir acompañados
de todo tipo de arroces.
Una de sus particularidades es
la longevidad. Pueden vivir más
de cien años.
Son muy agresivos, por lo que hay
que atarles bien las pinzas si se
quieren evitar disgustos. |
| Estos crustáceos viven en zonas
profundas y están considerados
una exquisitez.
Al cocerlos, su caparazón pasa del
rojo oscuro al rojo brillante
característico.
Viven unos veinte años durante los
cuales regeneran las patas perdidas
al mudar el caparazón.
Las hembras son aproximadamente
la mitad de grandes que los machos.
Es una especie migratoria. |
| Aunque su caparazón es blando,
estos cangrejos se protegen gracias
a unos pelos que parecen púas.
Viven en zonas relativamente poco
profundas y su mayor depredador
es el pulpo.
A menudo se cubren de arena para
no destacar en el entorno y
camuflarse de las amenazas.
Sus caparazones están llenos de
carne, lo que los hace ser un manjar
para los amantes del cangrejo. |
| De todas las especies de cangrejo
que existen, esta es una de las más
apreciadas para el consumo.
Aunque parecen tener solo ocho
patas, esconden otras dos más
pequeñas debajo del caparazón.
Se trata de un animal de gran
envergadura que puede llegar al
metro con las patas extendidas.
Dichas patas son muy carnosas,
de ahí que la especie sea tan
codiciada por los pescadores. |
| Un cangrejo gigante japonés en su
fase adulta puede alcanzar los tres
metros con las patas extendidas.
De hecho, es la especie de cangrejo
más grande que existe en todo el
mundo.
Se cree que llevan poblando
el fondo del océano desde hace
millones de años sin evolucionar.
Las manchas blancas que tienen
en el caparazón hacen un bonito
contraste con sus cuerpos naranjas. |
| Se suele decir que los pulpos tienen
ocho patas, pero lo exacto sería
decir que tienen ocho brazos.
Presentan una anatomía extraña,
puesto que tienen la cabeza entre
el cuerpo y los brazos.
Su flexibilidad los hace grandes
depredadores de crustáceos y
moluscos en los arrecifes.
Cuando sienten la amenaza de otro
depredador, expulsan tinta y se
propulsan con rapidez.
De esta forma reducen la visibilidad
del atacante. Los pulpos sin duda
dominan el arte de escapar. |
| Estas anguilas se distinguen
por las manchas blancas que
cubren sus cuerpos negros.
Se entierran en la arena del fondo
del mar y sacan la cabeza para
atrapar el plancton.
Eso sí, en cuanto sienten el peligro,
por mínimo que sea, esconden la
cabeza a toda velocidad. |
| Emparentada con el pulpo y el
calamar, esta especie ya existía
hace sesenta millones de años.
Dentro del caparazón de los nautilos
hay aire y un fluido que pueden
ajustar para desplazarse.
De esta forma, pueden ascender
o descender según lo requiera
la situación.
Tienen unos noventa tentáculos
que les permiten agarrarse a las
rocas y a las presas. |
| Se dice que son fósiles vivientes
porque no han evolucionado desde
la era de los dinosaurios.
Cuentan con un caparazón duro
y liso que, junto a la cola, les da
un aspecto muy peculiar.
Aunque los consideremos cangrejos,
en realidad tienen más en común
con las arañas y los escorpiones. |
| El isópodo gigante es pariente de
la cochinilla y puede alcanzar hasta
el medio metro de longitud.
Aunque tienen un aspecto un tanto
inquietante, lo cierto es que no son
en absoluto agresivos.
También sorprende la rapidez con
la que nadan pese a tener un cuerpo
en apariencia torpe.
Tienen un apetito voraz y se
dedican a limpiar el fondo del mar
de peces muertos. |
| El isópodo gigante es pariente de
la cochinilla y puede alcanzar hasta
el medio metro de longitud.
Aunque tienen un aspecto un tanto
inquietante, lo cierto es que no son
en absoluto agresivos.
También sorprende la rapidez con
la que nadan pese a tener un cuerpo
en apariencia torpe.
Tienen un apetito voraz y se
dedican a limpiar el fondo del mar
de peces muertos. |
